Historia del cine
Los comienzos
En la historia del
cine es posible reconocer dos períodos: una etapa inicial, comprendida entre la primera función
concretada por Auguste y Louis Lumière en 1895 y el estreno de El
nacimiento de una nación, de David W. Griffith, en 1915, película que
sistematizó el lenguaje fílmico y el modelo narrativo que se impuso desde
Hollywood de allí en adelante; y otra gran etapa marcada por la
aparición del sonido, que generó a esta nueva expresión artística varios
problemas de adaptación, dado que su sistema de producción se basaba en el cine
mudo.
Es interesante tener
en cuenta que esta innovadora expresión se fue construyendo desde dos países
separados por el Océano Atlántico: Francia y Estados Unidos.
En este sentido, es
necesario considerar como elementos fundantes tanto a los cortos de
los hermanos Lumière –La llegada de un tren (1895), El regador regado (1895)– como a los
inventos del norteamericano Thomas Alva Edison, entre ellos, el kinetófono,
en el cual unificó la imagen del kinetoscopio –precursor del moderno proyector
cinematográfico– y el sonido, para poder reproducir óperas.
La salida de los obreros de la fábrica, El regador regado y La llegada del tren a la estación, algunos de los cortos realizados por los hermanos Lumiére.
Un corto o
cortometraje es una producción audiovisual o cinematográfica que dura sustancialmente
menos que el tiempo medio de una película de producción normal.
Si bien no existe una
norma estricta, una posible clasificación por tiempo indica que la duración de
los cortometrajes va desde menos de 1 minuto hasta los 30 minutos; las
películas de entre 30 y 60 minutos son mediometrajes y, a partir de 1
hora de duración se las considera largometrajes.
Los comienzos en
Francia
A principios del siglo
XX se destacaron las películas comerciales de Charles Pathé y las
producciones de Georges Méliès. En el campo de la realización, apareció la
figura de Georges Méliès –prestidigitador y director de ilusionismo– quien fue
asistente de la famosa proyección de los hermanos Lumière de 1895.
Generalmente, trabajaba en circos y teatros llevando sus obras de magia.
Aprovechando este saber, convirtió al cine en un espectáculo audiovisual,
que permite crear historias ficcionales y hasta recrear lugares inexistentes
gracias a los trucos audiovisuales. En El viaje a la luna (1902) logró
hacer experimentación con trucos de cámaras, haciendo aparecer y
desaparecer objetos de la pantalla.
Viaje a la luna de George Mellies (1902).
Los comienzos en
Estados Unidos
Hacia el otro lado
del océano, el famoso inventor Thomas Alva Edison empleó a Edwin Stanton Porter
para la proyección de sus películas. Más tarde, Porter se convirtió en uno de
los mayores directores de Estados Unidos, a partir de producciones como Salvamento
en un incendio (1902) y Asalto y robo al tren (1903), en la que
una banda de ladrones asaltaba un tren a gran velocidad. En estas películas, Porter
comenzó a utilizar más de una locación e introdujo por primera vez el montaje
paralelo. Ese montaje consistía en contar de forma simultánea acciones que
ocurrían en lugares o tiempos diferentes.
También en Estados
Unidos comenzó a destacarse otro gran realizador que ya hemos nombrado, David
Wark Griffith, quien a partir de cortos como El enemigo invisible (1912)
comenzó a mostrar grandes avances técnicos de filmación y de montaje que
lo diferenciaron de otros autores de la época. Podríamos decir que Griffith
le otorgó al cine características básicas que lo convirtieron en un nuevo lenguaje:
el lenguaje audiovisual.
Fragmento de El nacimiento de una nación de D. W. Griffith.
Veamos algunos de los
rasgos principales de las producciones de Griffith:
-
- Montaje alterno a fin de mostrar sucesos que los personajes
ignoran. El objetivo es generar suspenso en el espectador.
-
- Planos detalle de objetos, que los ubican en un lugar de
importancia en el relato.
- - Primeros planos para construir el reconocimiento e
identificación de cada actor con los espectadores.
-
- Delineamiento
de algunos grandes géneros fílmicos como el melodrama, el western
y el épico.
Griffith tomó la idea
de montaje alterno del famoso novelista inglés Charles Dickens, quien contaba
diferentes historias que transcurrían en un mismo momento. Entre 1908 y 1914,
Griffith produjo más de 450 cortometrajes y llevó a la pantalla obras de
grandes autores como Dickens, Edgar Allan Poe y William Shakespeare.
El sonido y un nuevo
cine
En las películas, el sonido
era un protagonista secundario que aparecía recién en el momento de la
exhibición y no desde la producción, ya que los requerimientos técnicos
necesarios todavía no se habían desarrollado. En ese marco, las funciones
incluían orquestas, a veces de más de cincuenta integrantes, y hasta máquinas específicas
para producir los efectos especiales que requería el filme.
Luego empezaron a
aprovecharse los discos sonoros de la película, que eran sincronizados “a ojo”
por el operador de Vitaphone (compañía de los hermanos Warner dedicada al
sonido utilizado en las películas).
Cuando se superaron
las imposibilidades técnicas para la instalación del sonido, no fue
demasiado fácil llevarla a cabo, ya que implicó sustituir la reconstrucción visual
del sonido que los estudios cinematográficos habían ajustado perfectamente desde
la creación del cine hasta ese momento. Fue necesario para esto resolver algunos
problemas: qué hacer con las orquestas que trabajaban en las salas de
cine; empezar a reemplazar los gestos grandilocuentes de los actores; enseñar a
los actores a generar nuevos climas a partir del habla; pasar de los inter-títulos
(que sintetizaban información al espectador) a un diálogo fluido; resolver
algunos problemas técnicos, tales como los sonidos que producía la cámara en la
filmación, y conocer la ubicación estratégica de los micrófonos; decidir cómo
retener al mercado que no hablaba inglés.
A partir de estas
cuestiones, la incorporación del sonido en el cine generó un retroceso inicial
respecto de las mejores obras del cine mudo. Entre 1927 y 1932, hubo
algunas fricciones entre la imagen y el sonido que causaron una marcada
pérdida de calidad en las obras cinematográficas. Por ejemplo, John
Gilbert, reconocidísimo actor del cine mudo y pareja artística de Greta
Garbo, no pudo superar los requerimientos que imponía el sonido, y esto
acabó con su carrera, ya que su voz aflautada no coincidía con su imagen
de galán.
El cine sonoro tiene en Alfred Hitchcock uno de dud primeros y mejores exponentes. Acá les muestro fragmentos de la película La Soga. Rcuerden lo que les conté de los cambios de las latas y de los planos secuencia.
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